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domingo, 2 de diciembre de 2012

Jornadas increíbles...

...es lo que nos proporciona muchas veces el Rockfishing. Si encontramos una zona y momento con actividad, la variedad y cantidad de capturas está asegurada con esta técnica.

Claro que con otra técnica, si encontramos la zona y momento de actividad, el resultado también será de variedad y cantidad de capturas. La gran diferencia es que es mucho más fácil encontrar esas condiciones propicias con especies menores como vacas, obladas u otros pequeños depredadores, que con medianos o grandes peces, que es lo que se busca el spinning, por ejemplo.

No son pocas las ocasiones en que encontramos por aquí esos fantásticos momentos y zonas, nos gusta explorar y a base de buscar y buscar llegan los días increíbles, con variedad y cantidad de capturas.

Es lo que nos sucedió por partida doble la semana pasada. En dos días y spots distintos que probábamos por vez primera.

En ésta foto se puede apreciar perfectamente la preciosa librea de un pequeño dentón, aún dentro del agua. Volvería a ella después de la foto.

Unos 30cm de vaca, de Miquel.
En el primero empezamos sacando un pequeño dentón, para nuestra sorpresa, en los primeros lances de la jornada. Mordió un Molix Piper mientras buscábamos alguna dorada. 

Posteriormente y después de mucho insistir con el Piper, por fin una pequeña dorada dio la cara, la verdad es que llevábamos ya unas horas pescando y no se intuía ni veía mucha actividad. 

Pero después de comer, al mediodía, todo cambió. El fondo ahora (después de caminar varios kilómetros) lo alternaban rocas, manchas de arena y en algunos casos algo de posidonia, y las vacas se dejaban ver lance sí, lance también. Se alternaban con algún lagarto de buen tamaño cuando movíamos nuestros señuelos sobre las zonas de arena, y en poco tiempo pusimos en seco y devolvimos al agua una cantidad considerable de peces.

 El colofón final lo pusieron otros nada más y nada menos que tres dentones. Todos de pequeño tamaño, pero igual de bonitos que los grandes.

Miquel con un bonito dentón al que le gustó un Jubarino "radioactivo
Además vimos algún que otro sargo de bonito tamaño persiguiendo nuestros señuelos y alguna que otra estela marcándose cuando probábamos con algún artificial de superficie, sin llegar a materializarse en captura…

Finalmente la lluvia nos obligó a marcharnos, pero nos fuimos con un fantástico sabor de boca y con más ganas de volver a pescar en esa zona que antes de probarla.




El último de los 4 dentones de la jornada, éste se atrevió con un Molix T-Jerk 80.
 

Unos días después decidimos probar otra zona inexplorada anteriormente por nosotros.

Como la otra vez, empecé con uno de los señuelos a los que tengo más fe, el Molix Piper. Y como no podía ser de otra manera con este señuelo, al primer lance tuve una increíble persecución, que se intuía por la estela que marcaba el pez sobre el agua. Al percatarme de dicha estela ya tenía el pez prendido del señuelo. Después de muchos cabezazos y revolcones salió una preciosa lubina, que por supuesto volvió al agua, como se merecía, después de la foto.

Una preciosa lubina de unos 50cm.

Una fantástica dorada por parte de Lluis.
Seguimos explorando la zona y conseguimos sacar unas cuantas doradas, alguna de ellas de tamaño muy interesante, con algo más de 1kg y 40cm. El Piper entre dorada y dorada hasta se marcó un bonito pulpo, que merodeaba una zona de poca profundidad, cual fue mi sorpresa cuando creyendo que había enrocado, la “roca” empezó a moverse. Tuve que esperar a que se despegara el cefalópodo de las piedras para poder recuperarlo. Como todo lo que sacamos, volvió al agua, después de una dura lucha para arrebatarle el Piper de entre los tentáculos.

 Otra vez algo ponía el colofón final a la jornada, y es que después de sacar un pequeño palometón de unos 35cm, otra vez con el Piper, decidió morder otro palometón, pero en este caso tenía unos 80cm. Picó lejos, y en ese momento yo pensaba en una dorada entrada en carnes, no paraba de cabecear e incluso le pude ganar unos metros antes de que se enfadara de verdad y me regalara una potentísima carrera, doblando peligrosamente mi Major Craft Zaltz S732M 0,5-5g, que se portó como una campeona ante esa difícil situación. Al empezar a resistirse, como si estuviera clavado en el fondo intuí que se trataba de un palometón y empecé a tratarlo con más cuidado. A base de “zig-zags”, girándole la cabeza cada vez que podía conseguí acercarlo, pero aun le quedaban fuerzas para otra carrera, y aunque ésta no fue tan larga como la primera, tuve que volver a ganarle esos metros perdidos una vez más girándole la cabeza cuando tenía ocasión. Al final conseguimos izarlo y echarle una foto rápida para devolverlo lo más pronto posible a su medio.

El fantástico palometón que ponía fin a la jornada. A pesar de su tamaño salió en unos 3 minutos.

Dimos por finalizada la jornada y nos fuimos, otra vez, con muchas ganas de volver…


6 comentarios:

  1. La incognita y el qué será de los pesqueros desconocidos mantiene la mente ocupada, cuando la experiencia es positiva, la satisfacción es completa ;)

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    1. ¡¡¡Por eso no quiero acabarme nunca mi islita!!! :-)

      ¡¡Saludos!!

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    2. Tu islita tiene una costa que da envidia ;)

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  2. Que te voy a decir delincuente! Pesca fantástica y hasta de demasiada talla para el Rockfishing. Habrá que quitarle el "light" de delante :-) Ciao Nicola

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    1. Hombre el equipo es ultra light...lo que no lo es son algunos de los peces. jajaja ;-)

      ¡¡Saludos!!

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  3. Precioso report SaM, el palometon es una preciosidad pese a que te dio una pelea corta, seguro que la disfrutaste como un crio.

    ¡¡¡¡ ENHORABUENA A TODOS POR ESAS ESPLENDIDAS CAPTURAS !!!!

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